EL MILAGRO DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR.

‘ Ahora⸴ hermanos⸴ quiero que se acuerden del mensaje de salvación que les he predicado. Este es el mensaje que ustedes aceptaron⸴ y en el cual están firmes. También por medio de este mensaje son ustedes salvos⸴ si es que se mantienen firmes en él; de lo contrario⸴ habrán creído en vano. En primer lugar les he dado a conocer la enseñanza que yo recibí. Les he enseñado que Cristo murió por nuestros pecados⸴ como dicen las Escrituras⸴ que lo sepultaron y que resucitó al tercer día ⸴ como también dicen las Escrituras; y que se apareció a Pedro⸴ y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez⸴ la mayoría de los cuales vive todavía⸴ aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago⸴ y luego a todos los apóstoles. Por último se me apareció o mí. ‘ (1 Corintios 15⸴1-8). Este es el principal de los milagros del calvario. Un ángel luminosísimo rompe las tinieblas de la noche y asusta a los soldados de tal modo que se quedan sin sentido. Remueve la piedra sin esfuerzo⸴ entra en el sepulcro⸴ quita el sudario que está encima del rostro de Jesús y lo pone aparte. En aquel momento ocurre en el cuerpo del Señor exactamente lo mismo que ocurrirá un día en los que tengan la dicha de hallarse vivos cuando Él venga. : su cuerpo es transformado. Es el mismo cuerpo⸴ los mismos átomos de materia⸴ pero asociados de una nueva forma⸴ sometidos al espíritu interno y capaces⸴ por lo tanto⸴ de trascender la materia. Pueden⸴ por la voluntad de su espíritu . atravesar la materia⸴ o convertirse en materia sólida⸴ atravesar paredes o andar paso a paso de Jerusalén a Emaús. Si Jesús no hubiese resucitado⸴ como dicen los escépticos y los teólogos modernistas; si hubiese sido el espíritu o el alma humana de Cristo lo que se apareció a los discípulos⸴ los enemigos habrían encontrado el cuerpo embalsamado y cuando los apóstoles empezaron a predicar su resurrección lo habrían exhibido en los atrios del templo⸴ y hubieran desbaratado el cristianismo. Si los discípulos lo hubiesen quitado⸴ como inventaron falsamente sus enemigos⸴ lo habrían tomado todo. Se habrían llevado la momia entera⸴ y el sudario con ella. o la habrían tirado a un rincón sin entretenerse a doblarlo. Esta es la esperanza que nos trajo Cristo⸴ que nos aseguró con enfáticas promesas y que confirmó con su propia resurrección. Como el imán levanta las partículas de acero que encuentra a su alrededor⸴ el cuerpo resucitado de Jesucristo levantó alguno de los fallecidos en Jerusalén; pero volverá lleno de poder y levantará⸴ no unas docenas⸴ sino a todos los que en Él han esperado.