FÉLIX, EL HOMBRE QUE RECHAZÓ LA SALVACIÓN POR UNA MUJER.
La Biblia dice: ‘ Unos días más tarde llegó otra vez Félix⸴ junto con Drusila⸴ su esposa⸴ que era judía. Y mandó Félix llamar a Pablo⸴ y escuchó lo que éste decía acerca de la fe en Jesucristo. Pero cuando Pablo le habló de una vida de rectitud⸴ del dominio propio y del juicio futuro⸴ Félix se asustó y le dijo: – Vete ahora. Te volveré a llamar cuando tenga tiempo (Hechos 24⸴ 24-25). Drusila era la hija menor de Herodes Agripa I. Había estado casada con el rey de Emesa⸴ un pequeño estado de Siria⸴ pero Félix la había persuadido a que abandonara a su primer marido y se casará con él. Era una joven de unos 19 años de edad. El gobernador deseaba conocer mejor el Camino⸴ y por tanto hizo que Pablo le diera mayores detalles acerca de la fe en Jesucristo. Pablo disertó ante este libertino gobernador y su adúltera mujer acerca de la justicia⸴ del dominio propio y del juicio venidero. Poco sabían ellos acerca de la justicia personal⸴ ni en su vida pública ni en la personal. Eran extraños al dominio propio⸴ como se evidenciaba con su actual malvado matrimonio. Necesitaban ser advertidos acerca del juicio venidero⸴ porque si sus pecados no eran perdonados por medio de la sangre de Cristo⸴ perecerían en el Lago de Fuego. Félix pareció quedar más afectado que Drusila. Podemos explicarnos el terror de Félix ante estas enseñanzas que de cerca le atañían. La reacción del procurador es la del que tiene mala conciencia; siente miedo y no quiere que sigan exponiéndole la verdad. El desorden de la vida le hace rechazar la luz.
Aunque Félix se aterrorizó⸴ no confió en el Salvador. Postergó tomar una decisión para Cristo con estas palabras: VETE POR AHORA; PERO CUANDO TENGA OPORTUNIDAD TE LLAMARÉ. Tristemente⸴ por lo que toca al registro bíblico⸴ esta oportunidad jamás llegó.
Félix y Drusila eran pecadores endurecidos; sin embargo⸴ Pablo no deja de anunciarles el Evangelio. Aunque no lo escuchen⸴ su responsabilidad de proclamar a Cristo la había cumplido.
Nótese el poder de la Palabra de Dios: o consuela o aterra; o salva o endurece a los oyentes⸴ pero nunca deja indiferentes a los que la oyen. Nadie queda igual que antes⸴ después de escuchar o leer las Sagradas Escrituras. Félix se contentó con un ‘ temblor ‘⸴ al temer ante las consecuencias del pecado⸴ pero sin llegar a arrepentirse del pecado mismo. Dijo a Pablo⸴ ….en otra oportunidad… Esa oportunidad⸴ por lo que sabemos no llegó jamás. En lo que se refiere a la salvación toda demora es peligrosa.