LA CENA DEL SEÑOR Y LA PAZ.

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LA CENA DEL SEÑOR Y LA PAZ.

21 enero, 2019 Tratados 0

Cuando llegó la noche de aquel mismo día⸴ el primero de la semana⸴ estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos⸴ vino Jesús⸴ y puesto en medio⸴ les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto⸴ les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor ( Juan 20⸴ 19-20).



La Escritura nos dice en Hechos 2⸴42-46⸴ que los primeros cristianos se reunían en las casas particulares para celebrar el partimiento del pan. El partimiento del pan era la celebración de la Cena del Señor o ‘ Acción de gracias ‘; en recuerdo o memoria de la última cena⸴ en la que Jesús había partido el pan. La Cena del Señor es esencialmente una acción de gracias de la comunidad que se reúne para demostrarle a Jesucristo su agradecimiento por su muerte y resurrección y; por haber lavado nuestras túnicas en su sangre preciosa.



¿ Acaso no se celebra la Cena del Señor en un templo ? Una mujer samaritana se acerca al Señor para preguntarle acerca del lugar adecuado para adorar a Dios. ¿ Debe ser en Jerusalén⸴ como afirman los judíos⸴ o debe en el Garizín⸴ como defienden los samaritanos ? Jesús establece una norma de oro: ‘ No importan los lugares; lo que vale delante de Dios es que se haga en espíritu y en verdad ‘ ( Juan 4⸴23).


El poeta Amado Nervo⸴ después de haber leído el libro de Tomás de Kempis⸴ sobre Jesucristo⸴ escribió⸴ refiriéndose al autor: ‘ ¡ Que mal me hiciste !⸴ hace muchos años que estoy enfermo⸴ hace muchos años que estoy triste⸴ y es por el libro que escribiste ‘. A Amado Nervo⸴ la buena noticia de Jesús no lo había llenado de gozo. Había provocado tristeza. Seguramente no había logrado romper alguna cadena que le impedía vivir el Evangelio⸴ que quiere decir ‘ buena noticia‘. La gente que encontraba a Jesús⸴ obtenía respuestas para los enigmas acerca de Dios⸴ de la vida⸴ del hombre y de la muerte. Los llenaba de esperanza y de gozo. Pablo lo entendía así. En su carta a los Filipenses escribía: ‘ Estén siempre alegres⸴ se los repito⸴ estén siempre alegres (Filipenses 4⸴4). Pablo escribía su carta desde una incómoda prisión de Roma.



El día de la resurrección⸴ los apóstoles se encontraban encerrados en un cuarto. Tenían complejo de culpa⸴ estaban invadidos por el miedo. Sus mentes eran un arsenal de dudas. El Señor aparece⸴ de pronto⸴ entre ellos; se asustaron porque pensaban que era un fantasma. Durante la comida⸴ la ‘buena noticia‘⸴ Jesús⸴ fue sanando sus corazones y los liberó de la duda y los temores. ‘La paz esté con ustedes ‘. Para eso nos invita el Señor a su Cena. Para llenarnos de alegría⸴ para curarnos de nuestras dudas⸴ heridas y miedos. Jesús resucitado está a tu lado. ¡ Alégrate !