LA IGLESIA ANTES DE LA VENIDA DE CRISTO.
En Hechos de los Apóstoles 2⸴17-18 se da una profecía importante: ‘ Y en los postreros días⸴ dice Dios⸴ Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne⸴ Y vuestros hijos y vuestra hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones⸴ Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu⸴ y profetizarán ‘. En los últimos días el Señor derramará su Espíritu sobre toda la humanidad y el resultado será que la profecía fluirá por medio de todos sus siervos. Esto incluirá tanto a hombres como a mujeres⸴ así como a jóvenes y viejos. Sin embargo⸴ este derramamiento del Espíritu y profecía no será simplemente para entretenimiento⸴ sino también debido a que lo necesitaremos para cumplir con el mandato del último para la Iglesia. En esta batalla final⸴ contra las fuerzas infernales⸴ que quieren poblar el infierno de seres humanos⸴ debemos pelear como el apóstol Pablo: ‘ Yo⸴ por mi parte⸴ no corro a ciegas ni peleo como si estuviera dando golpes al aire ‘ ( 1 Corintios 9⸴ 9⸴26). Hoy⸴ más que nunca⸴ los cristianos necesitamos la dirección profética y la operación de los dones del Espíritu Santo⸴ para destrozar eficazmente las fortalezas de Satanás que han levantado y seguirá levantando en contra de la iglesia⸴ la familia y la sociedad. La meta final de la Iglesia es poblar el cielo. Nuestra arma es el evangelio de salvación⸴ las palabras de vida eterna. El conocimiento de la salvación es el obsequio más precioso que alguien puede tener y a nosotros⸴ la Iglesia⸴ nos lo ha confiado. La Iglesia está a punto de dar palabras de vida cada vez mayor. Estas palabras serían bombas espirituales y granadas de mano con el poder para destruir incluso las fortalezas más eficaces del enemigo. Afirmaciones individuales pronunciadas por creyentes a los no creyentes podrán desenredar las enredadas redes de engaño que el enemigo ha tejido por años. Declaraciones públicas de los cristianos destruirán la propaganda que el enemigo ha forjado en miles de libros⸴ artículos y afirmaciones públicas durante todo el tercer milenio. Este poder en las palabras no se ganará de forma barata. A los que se les da autoridad habrán librado fielmente la guerra contra sus propias lenguas y sus propios pensamientos desenfrenados⸴ sujetándolos bajo el Espíritu Santo. Agua pura debe fluir de pozos puros. El grado al cual nuestras propias vidas sean puras será el grado al cual las aguas de vida pueden fluir por nuestro intermedio. ‘ Sobre toda cosa guardada⸴ guarda tu corazón; porque de él mana la vida ‘ ( Proverbios 4⸴23). Antes de que venga el fin la Iglesia llegará a ser la gloriosa novia para lo cual fue llamada⸴ digna de nuestro Salvador.