LOS OJOS ABIERTOS.

‘ Y oró Eliseo⸴ y dijo : Te ruego⸴ oh Jehová⸴ que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo⸴ y de carros de fuego alrededor de Eliseo ‘ ( 2 Reyes 6⸴17). I. El ojo natural está ciego a las cosas celestiales. Dios está en todas partes; sin embargo⸴ el pecado ha cegado los ojos de los hombres para que no le vean. Los mismos hombres son malos⸴ culpables⸴ caídos; sin embargo⸴ no ven sus propias heridas⸴ contusiones y llagas putrefactas. Esta falta de discernimiento espiritual hace al hombre innoble. Sansón⸴ ciego⸴ es un triste espectáculo; de juez de Israel se hunde hasta ser un esclavo en Filistea. La ceguera espiritual mantiene a la persona contenta con este mundo⸴ no permitiéndole ver cuán poca cosa es; por tal razón se esfuerza⸴ y peca⸴ y sacrifica el cielo. Esto pone a los hombres en peligro: ‘ Si un ciego guía a otro ciego⸴ ambos caerán en el hoyo ‘ (Mateo 15⸴14). II. Sólo Dios puede abrir los ojos del hombre. Nosotros podemos guiar a los ciegos⸴ pero no podemos hacer que vean. Podemos poner la verdad delante de ellos⸴ pero no podemos abrir sus ojos; esta obra pertenece a Dios sólo. Algunos usan ojos artificiales⸴ otros utilizan anteojos⸴ o cristales de color⸴ pero todo es vano cuando los ojos son ciegos. La curación es sólo del Señor. Satanás engañó a nuestros padres en el Edén diciendo: ‘ Serán abiertos vuestros ojos⸴ y seréis como dioses ‘ (Génesis 3⸴5). La serpiente ( Satanás) tentó a Eva haciéndola dudar de la bondad de Dios. Satanás hizo que Eva se olvidara de todo lo que Dios le había dado y que centrara su atención en la única cosa que no podía tener. También⸴ nosotros nos metemos en problemas cuando insistimos en prestar atención a las pocas cosas que no tenemos en lugar de mirar lo mucho que Dios nos ha dado. Satanás trató de que Eva pensara que el pecado era bueno⸴ placentero y deseable⸴ creyó⸴ como dice un cantante por ahí que el ‘ pecado es santo’. El conocimiento tanto del bien como del mal le parecía inofensivo a ella. Por lo general⸴ la gente decide hacer cosas malas porque se ha convencido de que esas cosas son buenas⸴ al menos para ellos mismos. Nuestros pecados no siempre nos parecen horribles⸴ y los pecados que dan placer son los que nos cuesta más trabajo evitar. Observe con atención lo que hizo Eva: miró⸴ tomó⸴ comió y dio. A menudo la batalla está perdida al primer vistazo. La tentación comienza simplemente al mirar algo que queremos y que se opone a Dios. Pero⸴ recuerde que sólo el Señor abre los ojos: ‘Abre mis ojos y miraré las maravillas de la Ley ‘ (Salmo 119⸴18). El Salmo 146⸴ 8 dice: ‘ El Señor abre los ojos de los ciegos’.