PERDIENDO LAS BENDICIONES

‘ El Espíritu Santo⸴ a través de su profecía dice: ‘Deben de cuidar muy bien sus palabras; porque sus palabras hacen que continúen a prisa o se detengan. Van a ver en estos días muchos logros⸴ pero no se pueden cansar ni justificar porque tienen mucha tarea que cumplir. Recuerden que este pincel (cada creyente)⸴ no tiene que estar seco sino cargado de pintura. Lo que me pidan que yo cierre⸴ yo cierro. Lo que me pidan que yo abra⸴ yo abro. Les he dicho que voy a sanar y⸴ ustedes no pueden estar descansando. No los quiero lentos. Es cierto que les he dado y es cierto que lo mío va a continuar ‘.
palacio real. En aquella misma ocasión⸴ Ezequías quitó del templo del Señor las puertas y sus marcos⸴ que él mismo había cubierto de oro⸴ y se las dio al rey de Asiria ‘.
El reino de Judá se había tornado un vasallo asirio al pedir protección contra el ataque contra sus enemigos. Este error le trajo consecuencias lamentables.
Un problema del cristiano hoy día es olvidar que no por un día sino por siempre y en todo momento⸴ debemos estar asidos de la mano de nuestro Señor Jesucristo. Cuando dejamos de depender de Dios comienzan las dificultades. Esto fue lo que le sucedió a Ezequías⸴ uno de los reyes más prósperos de Judá. Ezequías había sido bendecido y prosperado por el Señor⸴ pero cuando se separó del Creador⸴ llegaron los problemas. Tuvo que entregarle al enemigo toda su prosperidad⸴ hasta las puertas del templo de Dios tuvo que arrancar para darlas al enemigo. Al adversario (Satanás)⸴ no se le puede abrir portillos y huecos en el vallado⸴ porque tomará ventaja. Si cedemos terreno⸴ el enemigo pedirá más. Cuando dejamos de orar⸴ de leer