RESPUESTAS A LA ORACIÓN.
El Espíritu Santo⸴ a través de los últimos mensajes proféticos⸴ ha dicho cosas tales como: ‘ Les he hablado que hay como un saco y cada uno va a poder sacar y sacar ‘. ‘ Cada uno de ustedes va a vencer porque soy sabio y a cada uno le he dado un sobre⸴ y si siguen con sus alabanzas verán muchas cosas grandes en este lugar ‘ ( 20 diciembre 2004⸴ Sara). ‘ Yo les quito las molestias….. A ustedes les tengo lo mejor. ‘ ( 21 diciembre 2004⸴ Adriana). ‘Les tengo buenas noticias⸴ manténganse encendidos ‘ (23 diciembre 2004⸴ Sara). ‘ Yo Soy la luz… Yo haré que regrese todo lo que se había ido…. Quiero darles más recursos ‘ (24 diciembre 2004⸴ Adriana). ‘ Oigo sus ruegos…. Que sus corazones estén llenos de esperanza… Yo voy a sanar…. Conmigo se llega al éxito ‘ ( 25 diciembre 2004⸴ Adriana ). ‘ Voy a ir aplanando todo lo que está al frente de ustedes…. A ustedes les puedo dar algo más que dinero …. Les voy a dar lo necesario ‘ ( 27 diciembre 2004⸴ Adriana). Sin duda alguna⸴ estas y otras respuestas de bendición tiene Dios para su Iglesia. Él nos ha dado el medio⸴ el canal para desatar todo ese torrente de bendiciones. Dice la Palabra en Lucas 11⸴ 9-10: ‘ Así que yo les digo: Pidan⸴ y Dios les dará; busquen⸴ y encontrarán; llamen a la puerta⸴ y se les abrirá. Porque el que pide⸴ recibe; y el que busca⸴ encuentra; y al que llama a la puerta⸴ se le abre ‘. Una de las oraciones más sorprendentes del Antiguo Testamento es la de Elías en el Monte Carmelo. Recordamos cómo⸴ después que los adoradores de Baal clamaron a su dios⸴ se cansaron por no tener ninguna respuesta. Entonces oró Elías y Dios contestó mandando fuego del cielo que quemó el sacrificio⸴ probando que él es el Dios verdadero ( 1 Reyes 18⸴18-40). Dios nos invita a hablar con él⸴ a orar. El se agrada en contestar las oraciones de su pueblo. Dice Isaías 59⸴1 : ‘ El poder del Señor no ha disminuido como para no poder salvar⸴ ni él se ha vuelto sordo como para no poder oir ‘. Un obstáculo para no recibir las bendiciones de Dios⸴ lo es el tiempo. Queremos recibir sin orar. Moisés pasó una vez cuarenta días en oración en el monte. Pablo estuvo tres años meditando en Arabia después de su conversión y⸴ Jesús iba con frecuencia lejos de los demás para hablar con su Padre. Aun más cerca de nosotros⸴ tenemos un ejemplo como el Martín Lutero⸴ que decía que no podía dejar de dedicar tres horas diarias a la oración y la meditación de la Biblia. Tenemos 168 horas por semana y eso lo tenemos todos nosotros. El ‘ diezmo ‘ de ese tiempo serían casi 17 horas por semana para dedicar al Señor. ¡ Y a algunos les cuesta darle una hora o dos ! Quizá nuestras oraciones no son contestadas porque no hemos dado tiempo a Dios para que nos hable.