UN INFIERNO EN CASA.

Materiales bíblicos para el mundo

UN INFIERNO EN CASA.

21 enero, 2019 Tratados 0

La violencia contra las mujeres es uno de los problemas sociales más graves que vive Costa Rica. Es alarmante ver la cantidad de féminas que han sido asesinadas y agredidas en los últimos meses⸴ y la ‘ epidemia ‘ continúa en ascenso⸴ ante la mirada tolerante de los encargados de crear las leyes necesarias para intentar reducir este mal que nos aqueja a todos. Cada día que transcurre siguen aumentando los cadáveres de mujeres⸴ como si se tratara de estrellitas en el cielo. Solo para que tengan una idea de la gravedad del problema⸴ en este año del 2004 han asesinado a 20 de ellas⸴ y la Delegación de la Mujer atendió a más de cuatro mil doscientas agredidas; además⸴ la primera encuesta nacional sobre violencia realizada por la Universidad de Costa Rica⸴ detectó que un 58 % de mujeres han sido maltratadas física o sexualmente por lo menos una vez⸴ luego de cumplir 16 años.



«La gracia de Dios se ha manifestado… enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos⸴ y a vivir sobria⸴ justa y piadosamente» (Tito 211⸴12).



El hecho de que dos personas se sienten juntas en el templo durante el culto no impide que puedan agredirse con violencia una vez que se hallan en privado. Los golpeadores (como los depredadores sexuales) son infractores de la ley⸴ perversos y sumamente embaucadores.


Aquellos que cometen violencia en el hogar necesitan gracia: una gracia eficaz⸴ transformadora y verdadera. A medida que se dispongan a renunciar y a verse reflejados en la verdad⸴ a medida que abracen al verdadero Mesías⸴ un cambio genuino es posible y seguro en sus vidas.



Dado que las personas violentas eluden con facilidad y crean así una sombra de confusión⸴ usted necesita conocer el comportamiento de los violentos. El pecado es engañoso; esto es lo que enseña Jeremías 17:9. Las personas violentas no sólo no se conocen a sí mismas⸴ sino que impiden que otros las conozcan. Para ellas es común mentir y ocultar⸴ y a menudo elaboran patrones de engaño. Suelen ocultar lo que hacen y⸴ en caso de fallar⸴ tienden a restarle importancia a la gravedad del hecho. Si esto no llegara a resultarles⸴ suelen inculpar a la persona golpeada⸴ dando la imagen de víctimas inocentes y afligidas. De no funcionar esto último⸴ se sumergen en la desesperación y el «arrepentimiento» para que los demás les tengan lástima.


 


Las personas violentas necesitan a Cristo; esta verdad se ve en Hebreos 312-14. La corriente del pecado arrastra y aparta al ser humano del Cristo vivo. Este es un problema del corazón⸴ que requiere atención diaria. Jesús⸴ que entregó su vida por los pecadores⸴ abunda en gracia y su gracia es eficaz.