DESCUIDANDO LA SALVACIÓN.

Dios nos advierte en Hebreos 2⸴3⸴ diciendo: ‘¿Cómo escaparemos nosotros⸴ si descuidamos una salvación tan grande ? ‘. Descuidar nuestra salvación significa: desatender o menospreciar lo que Dios hizo por nosotros en Cristo para salvarnos. Con esto vemos que es posible cometer el mismo error de Esaú cuando vendió su primogenitura por una sola comida: ‘ No sea que haya algún fornicario⸴ o profano⸴ como Esaú⸴ que por una sola comida vendió su primogenitura (Hebreos 12⸴16; Génesis 25⸴ 29-34). Él descuidó la bendición más grande de su vida y así la perdió para siempre. El apóstol Pablo⸴ además⸴ les advierte a los hermanos gálatas que ellos habían caído de la gracia por buscar su justificación en otra cosa fuera de Cristo: ‘ Ustedes⸴ los que quieren ser reconocidos como justos por cumplir la ley⸴ se han apartado de Cristo; han rechazado la generosidad de Dios ‘ (Gálatas 5⸴4). ¿ Es posible que a nosotros nos suceda lo mismo si procuramos salvarnos por medio de cosas o promesas y sabiduría de hombres ? Sí⸴ es posible. Jesús nos advierte en la parábola del sembrador que es posible perder nuestra salvación por causa de las pruebas⸴ los afanes⸴ las riquezas⸴ y los placeres de esta vida: ‘ La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto⸴ pero no tienen suficiente raíz; creen por algún tiempo⸴ pero a la hora de la prueba fallan. La semilla que cayó entre espinos representa a los que escuchan⸴ pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones⸴ las riquezas y los placeres de la vida⸴ de modo que no llegan a dar fruto ( Lucas 8⸴13-14). Luego en el versículo 15 nos habla de la necesidad de perseverar: ‘ Pero la semilla que cayó en buena tierra⸴ son las personas que con corazón bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y⸴ permaneciendo firmes⸴ dan una buena cosecha ‘. Somos claramente amonestados en la Biblia que no retrocedamos para perdición ( Hebreos 10⸴35-39). El apóstol Pedro nos advierte que si nos enredamos en las mismas contaminaciones del mundo que antes practicábamos⸴ nuestro postrer estado será peor que el primero ( 2 Pedro 2⸴20-22; véase también Lucas 11⸴24-26). Hebreos 3⸴12-19 nos advierte que de igual manera como los israelitas no pudieron entrar en la tierra prometida por no creer a Dios y por desobedecerle⸴ nosotros también perderemos la promesa de ser participantes de Cristo si caemos en la incredulidad y desobediencia. Romanos 11⸴20-22 dice que por ensorbecerse los judíos fueron desgajados y cortados de la rica sabia del olivo. La incredulidad y la desobediencia son pecados serios y quizá el grano de todo pecado que nos aparta de Dios. Juan 3⸴18 y 36 declara que la incredulidad trae sobre nosotros la condenación divina. Según la Biblia es posible perder la salvación nuestra si la descuidamos.