JESUCRISTO ES SALVADOR Y SANADOR DE SU PUEBLO.

Materiales bíblicos para el mundo

JESUCRISTO ES SALVADOR Y SANADOR DE SU PUEBLO.

21 enero, 2019 Tratados 0

Un estudio cuidadoso de las Escrituras realizado por una persona sin prejuicios mostrará claramente que Dios es tanto salvador como sanador de Su pueblo; que siempre es Su voluntad salvar y sanar a todos aquellos que están dispuestos a servirle.



La enfermedad no es algo natural como tampoco lo es el pecado. Dios hizo todas las cosas buenas en gran manera ( Génesis 1⸴31). Tanto el pecado como la enfermedad entraron al mundo a través de la caída de la raza humana. Por lo tanto⸴ debemos buscar la sanidad de ambos en Jesús⸴ el Salvador.



Cuando Dios sacó a Sus hijos de Egipto⸴ Él hizo un pacto de sanidad con ellos ( Éxodo 15⸴26; 23⸴25 ). A través de su historia⸴ los vemos pasar por enfermedad y pestilencias volviéndose a Dios en arrepentimiento y confesión de sus pecados; notemos que cuando eran perdonados de sus pecados⸴ siempre recibían sanidad de sus enfermedades.



Dios sanó a los que fueron mordidos por serpientes cuando miraron la serpiente de bronce que estaba en la vara⸴ la cual era un tipo del calvario de Cristo ( Números 21⸴8 ; Juan 3⸴14-15). Si todos los que miraron a la serpiente de bronce fueron sanados entonces⸴ es lógico creer que todos los que miren a Jesús puedan ser sanados


hoy. Jesús dijo: ‘ Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto⸴ así ( con el mismo propósito ) es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado ( Juan 3⸴14; Números 21⸴4-9).



La gente había pecado contra Dios en ese entonces; hoy en día la humanidad ha pecado contra Dios. La mordida de la serpiente venenosa les causaba la muerte en esa ocasión; la paga del pecado es hoy muerte ( Romanos 6⸴23).



La gente clamó a Dios en ese momento; El oyó su clamor y proporcionó un remedio: la serpiente levantada. Los que claman a Dios ahora descubren que Dios ha oído su oración y les ha proporcionado un remedio: Cristo levantado.



El remedio era para cualquiera que fuere mordido entonces. El remedio es para todo el que cree hoy. En el remedio ellos recibieron el perdón de sus pecados y la sanidad de sus cuerpos. En Cristo⸴ también recibimos perdón de nuestros pecados y la sanidad de nuestros cuerpos enfermos.



No hubo excepciones entonces: el remedio era para cualquiera que fuere mordido. Tampoco hay excepciones hoy: el remedio es para todo el que cree.