MALDICIÓN GENERACIONAL.
En Éxodo 20⸴ 1-5 leemos: ‘ Yo soy el Señor tu Dios⸴ que te sacó de Egipto⸴ dónde eras esclavo. No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún ìdolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo⸴ ni de lo que hay abajo en la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto⸴ porque yo soy el Señor tu Dios. Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian⸴ en sus hijos⸴ nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos ‘. Cuando una persona comete un acto de idolatría⸴ supongamos: visita a un curandero⸴ brujo o cacique⸴ la Biblia dice que se prolongará una maldición por cuatro generaciones. El árbol genealógico de cuatro generaciones atrás equivalen a dos padres⸴ cuatro abuelos⸴ ocho bisabuelos⸴ y dieciseis tatarabuelos⸴ es decir⸴ un total de treinta antepasados de los cuales se derivan las maldiciones. De esta manera⸴ al visitar a un curandero⸴ se desató un espíritu de iniquidad⸴ que es una fuerza maligna⸴ que va haciendo que tanto nosotros como las generaciones que nos sigan⸴ nos inclinemos ante él y nos vaya destruyendo. Si en una familia hay una violencia que no es natural⸴ es posible que los padres la tuvieran⸴ y ahora la tienen sus hijos. Si el padre o la madre⸴ o incluso los abuelos⸴ tuvieron una historia de divorcio⸴ es posible que sus hijos se estén enfrentando también al divorcio. Este espirítu de iniquidad – en este caso⸴ de divorcio -⸴ pasa de una generación a la siguiente. El Espíritu de maldad⸴ lo vemos claramente pasando de generación en generación entre la descendencia de Adán ( Génesis 4⸴8-23)⸴ por el pecado de la desobediencia: a) El primer pecador fue Adán⸴ b) El primer asesino que menciona la Biblia⸴ lo fue Caín⸴ el hijo de Adán⸴ c) El segundo asesino que la Escritura menciona fue Lamec⸴ descendiente de Caín. Una señora llevó a un servicio de sanación a su hijo de 12 años⸴ quien había nacido sordimudo. Dios reveló mediante palabra de ciencia⸴ que la sordera del muchacho⸴ se debía a una maldición originada en el compromiso de la madre⸴ por haber visitado a personas que adivinaban el futuro. La madre reconoció que después de haber entregado su corazón al Señor⸴ se había comprometido en buscar que le adivinaran la suerte. La madre se arrepintió⸴ después cortaron la maldición en el muchacho⸴ confesando que el demonio no tenía poder legal sobre él. Cuando el demonio salió⸴ instántaneamente el muchacho recuperó la facultad de oír.