UN CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA” (Apocalipsis 21 y 22)”
‘DESPUÉS VI UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA⸴ PORQUE EL PRIMER CIELO Y LA PRIMERA TIERRA HABÍAN DESAPARECIDO Y YA NO EXISTÍA NINGÚN MAR’ (Apocalipsis 21⸴1: NVI). El último libro de la Biblia⸴ el Apocalipsis⸴ no termina con la espantosa suerte de los condenados a las penas eternas⸴ sino con la bendita felicidad de los elegidos. Es importante notar que Juan no ve ningún mar. ¿Por qué? Porque el mar⸴ en la Biblia⸴ es símbolo de: a) Inseguridad⸴ tempestades y demás peligros que confronta el navegante; b) Monstruos marinos⸴ incluida la Bestia del Apocalipsis 13⸴1; c) Maldad⸴ traición y rebelión. Por lo tanto⸴ inseguridad y maldad quedan excluidos para siempre de la Ciudad Celestial. El cielo es un lugar estable⸴ permanente⸴ seguro. ‘Porque no tenemos aquí una ciudad permanente⸴ sino que buscamos la que está por venir’. (Hebreos 13⸴14). La tierra no es un lugar seguro⸴ dice Jesús. Hay en ella ladrones⸴ y los tesoros desaparecen. La polilla. Los vestidos lujosos se echan a perder. El orín destruye. Las joyas⸴ el oro⸴ los metales preciosos⸴ todo pierde su valor o nos es quitado. El cielo es un lugar tan real como la tierra⸴ pero hay en él la seguridad absoluta. No hay ladrones⸴ ni polilla⸴ ni nada es destruido por el herrumbre. Todo permanece pulido y brillante para siempre (Mateo 6⸴19-23). En Apocalipsis 22⸴15 leemos: ‘Pero afuera se quedarán los pervertidos⸴ los que practican la brujería⸴ los que cometen inmoralidades sexuales⸴ los asesinos⸴ los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño’. En Apocalipsis 21⸴8 también leemos: ‘Pero en cuanto a los cobardes⸴ los incrédulos⸴ los abominables⸴ los asesinos⸴ los que cometen inmoralidades sexuales⸴ los que practican la brujería⸴ los que adoran ídolos⸴ y todos los mentirosos⸴ a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente⸴ que es la segunda muerte’.